Que sí que soy yo y que no tengo prisa en morirme, aparte de que si estoy yo no está la muerte y cuando esté la muerte, yo ya no estaré. Aparte de que nadie se muere el día de antes. . Cierto que es grave: cáncer de pulmón y tumor cerebral. . Pero ya me han dicho que la tontera que he tenido toda mi vida esa es de nacimiento y no se quita, y lo otro sencillamente tomárselo a cachondeo e inflar el cáncer a hostias y que se vaya a la mierda. . Tan es así que estos días que andaban tristes unos amigos por mi culpa, me disfracé y los hice reir a tope. . Quiero dar las gracias a todos por el interés y quiero que nadie esté preocupado, las cosas son como son y punto. Además está por ahí "el indio conmigo" en buenas conversaciones que nos llevamos y los dos nos reímos y nos damos una vuelta por nuestra querida sierra. . Hoy hemos quedado viejo Jerónimo y yo ("halcon errante me llamaba") para hacer una cabalgada hacia el hospital porque tengo cita, no se si ya hoy me darán calendario de sesiones de quimio y esas guarrerías que te meten en el cuerpo. . Sigo pensando que no hay cosa mejor para curarse que un buen vaso de vino de pitarra y una morcilla patatera. . Me gustaría mandaros una foto que me he hecho de cachondeo, pero no me ha salido. Pásalo a toda la gente, que esté todo el mundo tranquilo: que "halcón errante" sigue siendo el mismo pero más cachondo y más duro. Sigo escribiendo mis poémas y soñando con la sierra y que se vaya a la mierda la muerte y el dolor y que le den pol culo.
UN ABRAZO ASÍ DE GRANDE A TODA LA GENTE Juan Miguel
Llegada al merendero del Risco
Bautizo de Luna y Risco
Asistentes al bautizo
Libro (27-10-08)
PORQUE SEMOS EXTREMEÑOS
S'han entornäo los postigos del portón de mi silencio y por una rendijina me s'han escapao estos versos. No sé aönde irán ni qué tiempo, pero aönde quiera que vayan se llevan marcäos a fuego sentimientos en castúo descuajäos d'ese silencio y esculpíos con la marra y el cincé d'un extremeño. ¡EXTREMADURA! no rejuyas de la vos de tus ancestros porque d'ella nos sentimos mu ergullosos los que palramos asina, porque semos extremeños.
jilvanando versos
Libro(28-10-08)
Blás, ¿pandinbocas hijoderdemonio?
Chascho que sametío el frío de lleno y no hay quien pare y encima ma cojío sin un cacho leño en el corrá, que le tenía encargao un remorque a uno de La Nava y quique sa caio de un chaparro y satronchao una pierna casi se parte el espinazo la criatura de manera que no me la traío, menos mal que este verano jicimos unas gavillas de jaras en el coto de Antonio María y estos días datrás las jicimos picón mi Treburcio y yo.
Tenía mi Virtudes tendía una miaja ropa en el corrá y he tenío que dir a recogerla cerca de la Celicia del airazo que jace.
Esta semana pasá estube en Madrí al médico que sabes que como que está allí mi muchacha, pos en vez encuando aprovechamos pa dir a verla y a que nos reconozca don Sabino ques el médico que teníamos mi Virtudes y yo cuando estabamos en esos Madriles.
Pos amí masacao una mijita de azucá pero es fáci que sea porque estos días de atrás cojimos un par de cestos de memblillos peluos por aprovecharlos, que sabían caío con el aire, y los cocimos con azuca y ende entonces no como otra cosa porque tú no sabes lo bien que nos han salío y pa mí que va a ser de eso, ya verás como de contao que sacaben los membrillos se quitan los males.
Fuimos a comprá una faja que no había encargao la muchacha del Largo pa su marío y nos encontramos con la de las gaseosas, que no hay vez que vayamos a Madrí y no nos veamos, nos preguntó por toita la gente y que muchos besos, su hombre el del Roso, está jerío de un lomo y no sale de casa pa na pero y que sacuerda buenabío del pueblo tamíén.
Me quedo con ganas de ver visto a la Manuela y a su primo Casco pero le pregunté a mi prima peleña y no supo darme norte porque como namás que sabe dir a esas Marbellas, pos no le preguntes de otro sitio, pa otra vez que vayamos le preguntaré a la grande de Antonio de la Tomasa que ella deseguro que lo sabe.
A la vuelta nos vinimos en el matagallinas con idea de cogé la viajera ende Armorchón pal pueblo pero venía tamíén uno de la Juanicha y nos dijo que la viajera no pasaba hasta el día siguiente asinque nos bajamos en la estación del Quintillo y cojimos el tolis tolis por esas sierras y nos espetamos en el pueblo en na, mas que que mi Virtudes la probe se le abrió un uñero que tenía y tú no sabes como sela puesto el píe.
Al pasá por el Puerto Ruea, en pie del Montón nos salío al encuentro un muchacho que que susto nos dió el joioporculo que me pensé que eran los de la sierra, que toavía estaban escondíos pero no, era uno de La Nava mu atento que nos dijo que si queríamos una gota vino y to, yo le dije que no pero la Virtudes le echó un buen trago por ver si se le calmaba el uñero y al final a poco no tengo que llevarla en cuestas de la media pea que se agarró.
Bueno voy a si sa prendío el brasero que lo tengo en el corrá.
José de mano Ramón
Libro(29-10-08)
Manuela, la mano se ponía abajo del grifo y salía solita el agua.
Me voy a tener que juntar con José y Blas, pues las modernidades se me hacen grandes.
¿ Como iba a pensar que tenia un sensor y solo con pasar la mano salía agua???
Con lo que me gusta ami la palanca que hay en la fuente del Rabo y lo aseadito que lo dejo mi Polin, para el disfrute del pueblo.
José, lo que no te pase a ti y a tu Virtudes no le pasa a nadie. Y la Virtudes con el cuento, mira que aprovecho y le dio al trinquis.
Mira que sois atrevidos, desde el Quintillo a Helechal, os sabéis todos los atrolladeros, y lo mas gracioso es pensar que todavía están por ahí los de la sierra, ji ji ji, el subconsciente que jodio es.
Mabel
Libro 22-10-08
Lorenzaaaaaaaaaa, Joselillooooooo y demás gente de mal vivir. ¿donde coño andamos?
Blas
Hijo del demonioooo, tos andamos por aquí no mu lejos, no te creas,lo que tenemos el día atareao con estos fríos que se nos han metío de repente. He tenío que bajá del doblao los braseros y andaba a ver si prendían, que esta tarde ha salío mi hombre a dar una vuelta porque y que andaba entumecío y le ha caío un chaparrón que lo tengo que anda medio entelerío. A ver si entra en caló y no se me resfría que entoavía no ha entrao el invierno y como siga así la cosa no me cambia de año.
Virtudes
Yo arrecía y pegá al brasero jugando a la cuatrola con mi prima Rufa, que ya como no vemos enebrar laguja ni zurzimos las medias ni hacemos pañitos pal sofá ni ná. Y el mulo denze que le pegó el susto con el coche la muchacha de la Fermina y lo tiró a la cuneta, ni se cosca del corral, aprovechando que esta muchacha viene to los días con la utoescuela a ensayar, podiais veniros con ella José de mano Ramón y tu a verme aquí a Campanario, que seguramente, no sus iba a pasar ná, y traeros algo suelto pa echar una partida. Luego cuando se guerva a dir que sus lleve pallá.
Lorenza la Campanaria
Libro de Visitas 17-10-08
Conocí a Tomás Izquierdo y a su familia siendo yo muy niña, cuando mi madre al quedar viuda entró a trabajar en casa de sus padres, era el año 1960. Volví a ver a Tomás hace unos años en la feria de Monterrubio, yo estaba con mi tio Antonio y el con su esposa y más familia; me saludó muy cariñosamente confundiéndome con mi madre. Fué muy grato para mí comprobar que después de tanto tiempo aún se acordaba de ella. Hoy al saber que ha fallecido, quiero hacer llegar mi más sentido y sincero pésame a toda su familia y un abrazo especial a su madre, una mujer entrañable que nos trató siempre con mucho cariño. Me uno al dolor de todos los que le conocisteis y le quisisteis.
manuela
Añoranzas
En tus canchales dormidos los mastines ya no ladran y las tórtolas no arrullan ni gruñen las piaras.
Ya no se pisan las uvas del Gambute,tan doradas, ni se recoge el aceite en los lagares de grada.
Las campanas no repican ni se escucha la matraca. La cigüeña no planea por los mármoles y plazas.
En las eras de abajo no se extienden las parvas, no se usan biernos y cernajos, no se aventean las granzas.
Los hombres en la siega, las moscas con la boina no espantan. Se acabaron los gazpachos al terminar las pitanzas.
Se terminaron las siestas a la sombra de la encina y el comerse los melones y las sandías antes de siesta.
No se oyen los carros ni las mulas alazanas. El molino ya no muele el trigo ni la cebada.
No se celebran las bodas con bandurrias y guitarras, almireces y botellas y ronda de madrugada.
No hay convites de madrina ni baile de la manzana, ni por la tarde el manubrio sus pasodobles desgrana.
Ni el día de la tornaboda, con la gente ya cansada, se sacan de la alacena los prestiños y floretas ni las roscas anisadas.
Ya no se bebe en la bota el vino de la pitarra que se ha sacado ogaño del fondo d la "tenaja"
Ya no balan las ovejas ni retozan las cabras, los chivos y los corderos perdieron a sus majadas.
El pastor apoyado en la encina, lo último del cuerno no escancia, el carea no se lo mira esperando su llamada.
En la fragua no se martillea sobre los yunques de plata, no se abuzan las rejas para la otoñal arada.
En la vieja barbería los viejos ya no se rapan, las sillas están vacías ya no existen las igualas.
Ni se ponen inyecciones ni se venden cataplasmas, ni se aplican sanguijuelas "pa" los dolores del alma.
Se callaron las sierras, ya no cortan las hachas, los formones y azuhelas, descansan.
El carpintero solloza desde lo alto, y en su pensamiento pasan los reclinatorios que hacía para las viejas beatas.
Los armarios "pa" las novias, los botijeros "pa" el agua, los yugos "pa" las mulas, los bancos "pa" las casadas.
Ya no se cubren las yeguas, ya no van a la parada, los garañones no relinchan, ni airean sus crines largas.
El cura tampoco pasa, montado en su jaca torda, la sotana remangando.
Ni el viejo que no se cansa tras un burro con maquilas, andando con albarcas. Se ha detenido la vida.
Los novios en el ribero sus amores ya no cantan. Ni el hojalatero los faroles estaña.
El alguacil no pregona el cobro de las tasas ni que el capador viene a capar a las guarra.
No se comen las gamboas, las nueces ni las castañas cuando los Santos llegan con las primeras heladas.
Ya no roncan las zambombas de la Navidad pasada, las pieles están ajadas.
Ya no vendrán lo reyes con caballos y capas blancas a traernos las peponas, caramelos y nara.
No se jolivian los chotos, no se jolivian las vacas que bien entrada la noche bajaban de la boyada.
Vacío está el taramero, los gallos no cantan sus kikirikis airosos al sol de buena mañana.
Las carrascas consumidas por el fuego de las llamas, no calientan los pucheros ni orean las matanzas.
Ya no se va a la escuela con catones y pizarras, los pizarrines no pintan las letras que se juntaban.
No giran las repionas de su cordel desliadas, ya nos se tira al "calvo" con sus tres patas plantadas.
Las peinetas y mantillas, gargantillas y chambras, los trajes de negra pana se guardaron en el arca.
Los quintos no corren los gallos ni las cintas bordadas que les hacían sus novias cuando al servicio marchan.
El cañar está roto, la compuerta está bajada, ya no suben los peces al arroyo,que ya no lleva ni agua.
No vuelan las perdices que en el rastrojo anidaban, ni corren las liebres por los galgos acosadas.
Ya no se escoban las calles, ni se enjalbegan las casas, no se limpian albañales, los panes no se amasan.
Se acabaron los tutes, garrafinas y subastas, gaseosas de bolindre que los mozos se jugaban.
Se acabaron los torreznos que la abuela nos freía, se acabaron las pringadas que tan buen olor hacían.
Se acabaron los cuentos que los mayores nos contaban, unos que ellas sabian y otros que se inventaban.
Tus cetrinos hijos se han marchado a otros lugares y villas pero nunca se olvidaron de Helechal,su primera morada.
mano-lete
José de mano Ramón
José de mano Ramón(17-Junio 2008)
Amigo Blás
Llevo día con ganas de verte escrito pero mira lo que mapasao, estos días datrás fui de viaje y a la vuerta me vine en el matagallinas que para en Armorchón, por no esperar la viajera, cojí el tolis tolis y me vine pal pueblo andando por mitá la vía de Peñarrolla, que la acaban de arreglá y tiene unos chinatos como demonios asin que me se puso un uñero que tenía rabioso, a la altura de la máquina fija por detrás del castillo me se arrancó una perdiz con doce o catorce pedigones y yo mu flamenco enrristré detrás por ver si le cojía arguno a mi pariente Morisca pal reclamo, de contao que sarté la lambrá me eslicé y salí roando hasta que me paré contra un chaparro, me levanté medio atontolinao y cojí otra vez la vía alante pero con la cabeza jinchá del porrazo que me metí, cuando me dí cuenta estaba otra vez en Armorchón tú fijate como quedé del golpe.
Al llegá dice un guardagujas, dónde va usté, y digo eso quisiera saber yo, menos mal que llegó el de Jarcinto el Serio que venía a traer la Lola y a Fernando al tren y me arrecojió y me llevó pal pueblo.
Cuando llegué me tomé una okal con una gota coñá y me enrrosqué, pero estao unos poco días que no me podía mové del catre, mi Virtudes estaba ya asustá y yo que la vi preparandome el traje de cuando se casó mi muchacha, digo, date, que me está preparando la mortaja asin que me levanté como pude y me fuy a la güerta a regar unos cermeños que tengo quetán cargaitos hogaño, to, na más que pa que viera que no tenía yo intención de "entragar la cuchara". Ahora que mientas lo de la cabra de Carpo, macuerdo que le parió dos chivas y me quedé con una porque la madre era mu güena dando leche, aunque desde el porrazo con el paragüero se torció, bueno pos la chiva, tú no te puedes jacé una idea la leche que daba pero como la tontuna se hereda, se asomó al pozo de la forrajera y al verse reflejá se tiró de cabeza la hijadeldemonio y menos mal que estaba al lao segando una suerte Joaquín de la Rosalía y le echó mano a una cencerra que le tenía puesta y la sacó, aluego se la vendí al Perdigón.
Dile a Griseldo que al boche no le pasa na porque le farte una oreja que yo tube uno tuerto y era bien güeno y en toas maneras que no se ponga tonto y que sacuerde cuando se le escapó la cochina de la era y me jizo porvo el cantero de patatas y me tumbó la paré y yo no dije ni pio, además, no le digas na, porque lo veré yo mañana trempano y ya le daré un repasate.
De Barquilla no te digo na no me vaya a cojé entre ojo, que es como la quina. Bueno pa San Juan tendremos que salí a pintarle la puerta a las mozas, no creo que mi Virtudes senfade, diremos anca la Rubia, anca la Lola, la Matilde, la Rafaela de Pérez…
Tú prepara el calambuco con la tierrablanca, si no tienes la sacas del pozo del Borrucho, que esa es mu güena.
Hasta más ver.
José de mano Ramón
Blas de mano Justo el mónico
Blás de mano Justo el mónico (17-Junio 2008)
Amigo José de mano Ramón, este chiringuito está una miaja aburrío, no nos queda mas remedio que animarlo un poco.
Te voy a contá lo que mapasao con el mulo que me mandó la Lorenza ende Campanario, pa ayurdarme a trillar....¡¡ en qué hora, me lo mandaría!! Jace un par de dias, se presentó en casa, el afilaó ese de la parte de Avila, viene el pobre to los años y se gana güenas perras, aquí en el pueblo, pos resurta que al pasá por Campanario, la Lorenza le entregó el cabrón del mulo, pa que me lo diera y quepaqué mayudara en lo de las parvas.
A la mañana siguiente, bien trempano lo llevé a la era y lo enganché al tiro largo del trillo, hasta ahí tó corresto, al cabo dun rato se presenta Antonio el de la Higueruela y su parienta Lola ( mu entendía en güertas) a por unas semillas de patatas, ya ves que entendía, le dije que partiera la patata y a la tierra, que las patatas no tién semilla mesma, en esas entremedias el tordo de la Lorenza arranca a tó trapo y con el trillo a cuestas, direccion pa la plaza del Cerro, trascoló por endonde Juanillo de Reyes y no vido ni la casa desos de las Gaseosas, ar finá Patricio lo paró y lo ató en la reja de la casa de mi madre, el trillo está siniestro totál.
Lo agarré bien del cabresto y lo tranquilicé, entré a ver a la agüela que me tenía preparao una gota de café bebío y unas pringás recien fritas, al momento se oyó en la calle un estrepite de aquí te espero, un vocerío mu grande, dun sarto me espeté en la calle y pude ver el espectáculo. Se conoce que mi pariente Griseldo, había estao a por unas ciruelas y unos cántaros de agua a la fuente del cambullón con una burrilla y su boche chiquinino, el inorante boche fué a incordiar al tordo de la Lorenza y este cabrón, ni corto ni perezoso le metió un bocao y larrancó una oreja al boche.
- El pariente Griseldo denseguida se fué al cuarté de los ceviles, que está allí mismo, al cabo dun rato y cuando me disponía a dirme, el cabo de los ceviles me voceó ende la puerta der cuarté:
¡¡Blás, ven pacá con el mulo, que se vos vá a caer el pelo al tordo y a tí !!
Asína lo hice, llegué al cuarté y até el mulo en la reja de la casa de la Otilia, tacordarás della, amigo José, la de la cabra que se reflejó en el espejo del paraguero y se trompó ella misma, dejándo el espejo jecho trizas.
Una vez endrento del cuarté, el cabo Barquilla, Griseldo y un servidó nos estabamos poniendo dacuerdo en la cuantía de la murta... al final un servidó debía pagar al dueño del boche 300 reales, en esas estabamos cuando er ceví de la puerta entró tó arboratao y se dirijió ar cabo:
"Mi cabo, el mulo ese tordo sacaba de cagar en la puerta y lo ha puesto toíto perdío", el cabo en custión, me miró fijamente y me dijo muy serio:
¡¡Blás, otros diezrales de murta!! Amigo José, que te paece a ti, tó esto, o le mando el tordo a la Lorenza y lo tiro a la mina.
Déjate que la pille por banda a esta joiaporculo de la Lorenza, que se vá a jartar de mulo.... te dejo que tengo los deos engarruñaos.